Historia

Del Autor

En  estas páginas recogemos el  legado de aquellos colegas visionarios que a  lo  largo de más de un siglo, concibieron la necesidad de unificar conocimientos y esfuerzos, sentando las bases para que ingenieros y arquitectos trabajaran de manera conjunta en proyectos de alto impacto para el Estado.

Nuestro propósito es dejar constancia del  empeño y la  pasión con que fundadores y primeros directivos  impulsaron  la  profesionalización  de la  ingeniería  y la  arquitectura  en Panamá,  de modo que sus realizaciones sigan siendo referencia y aporte permanente al progreso de todos los panameños.

Agradezco sinceramente al  ingeniero  Ricardo Carrillo  Pulido y a  la Sociedad  Panameña  de Ingenieros y Arquitectos por brindarme la oportunidad de compartir esta historia, fruto de una investigación  minuciosa y  respetuosa  de  nuestras  raíces.  Ha sido un  honor  contribuir  al enaltecimiento de la  memoria gremial, rescatando  los  momentos,  decisiones y protagonistas que han dado forma  a  esta  institución  que  representa  con orgullo  el  saber técnico  y  el compromiso con el desarrollo de la nación.

HISTORIA DE LA SOCIEDAD PANAMEÑA DE INGENIEROS Y ARQUITECTOS (SPIA)

Herencia silenciosa, vocación viva

La   Sociedad    Panameña  de  Ingenieros  y  Arquitectos  (SPIA)  no  solo  representa  a   los profesionales técnicos del  presente.  La SPIA es heredera silenciosa de siglos de conocimiento acumulado, transmitido y perfeccionado desde los primeros constructores que dieron forma al istmo mucho antes de su fundación en el siglo XX.

Allí donde se trazaron caminos,  se levantaron ciudades y se soñaron  infraestructuras, ya estaba viva la vocación que la SPIA representa  hoy.  Una tradición técnica que se remonta  al periodo colonial, cuando comenzaron a trazarse los primeros asentamientos,  rutas y fortificaciones en el istmo.

 

Las construcciones coloniales

Desde los primeros días de la colonización, el conocimiento y la habilidad de maestros de obra, albañiles, canteros y carpinteros permitieron levantar los primeros asentamientos coloniales como Santa María la Antigua del  Darién, Acla y Nombre de Dios, proporcionando a los colonos vivienda,  protección y condiciones básicas para  la vida en el  nuevo territorio.

Aunque estas construcciones eran simples y funcionales, marcaron el inicio de una práctica constructiva que crecería con el tiempo.  El  giro decisivo llegó cuando Vasco Núñez de Balboa avistó  el  Mar del  Sur en 1513.  Panamá  adquirió  entonces  un valor estratégico  incalculable como punto clave para una ruta transístmica que conectaba el Atlántico con el Pacífico. Esta nueva condición geopolítica  impuso crecientes exigencias en la forma de construir,  organizar y defender el espacio urbano, abriendo el  camino hacia  una planificación  más compleja del territorio.

 

De la  fundación de la  primera  ciudad de Panamá en  1519  a la  construcción  de segunda ciudad de Panamá en 1673

La  fundación de la  ciudad de Panamá  el  15 de agosto de 1519  (hoy,  en el  sitio  de Panamá Viejo) fue la primera respuesta urbana a  la visión imperial de convertir el istmo en un eje de tránsito  interoceánico.  Sin  embargo,  tras  más de 150  años de crecimiento,  la  ciudad fue saqueada e incendiada en el asalto del corsario inglés Henry Margan en 1671. Aquella tragedia dio paso a un nuevo momento fundacional. La nueva ciudad, el actual Casco Antiguo, fundada el 21 de enero de 1673 en la península del Sitio de Ancón, fue diseñada por ingenieros militaresy arquitectos  españoles,  incorporando  por  primera  vez  principios  de  planificación  urbana  y defensa  territorial  para  evitar que se repitiera  otro  ataque a  la  ciudad.

 

Las infraestructuras del siglo XIX

En el siglo XIX, tras casi dos siglos de letargo en la construcción de infraestructuras en Panamá, la construcción del Ferrocarril Transístmico (1855) y el fallido intento del Canal Francés (1881) volvieron  a  demostrar el poder transformador de la ingeniería. Aunque el istmo seguía siendo parte de Colombia, estas obras anticiparon el papel central que tendría Panamá en el comercio global.

Estas  grandes  obras  de  infraestructura  no solo  modificaron  el  territorio,  sino  que  también transformaron   la   conciencia  colectiva.   Abrieron   rutas,   atrajeron   población   y   capital,   y consolidaron  a  Panamá  como un nodo estratégico en el  comercio  global.  Así,  prepararon  el terreno,  tanto en lo físico como en lo simbólico,  para una creciente afirmación  de identidad y autonomía. Tal es el impacto de las grandes obras de ingeniería: trazan caminos, despiertan aspiraciones y,  a veces, preparan el  terreno para que los  pueblos reescriban su historia.

 

La nueva República de Panamá en 1903

Con la  República  recién fundada, el  país enfrentaba  el  reto  inmenso de construirse a sí mismo. Y en ese nuevo capítulo, los ingenieros y arquitectos no serían simples ejecutores, sino actores fundamentales del proyecto nacional. De esa necesidad histórica, concreta y urgente, surgiría años  más tarde  la  SPIA:  como  organización  gremial,  como  conciencia  técnica  y  como  voz profesional  en la  transformación  de Panamá.

 

El siglo XX y el rol de los ingenieros y arquitectos

Con  la  independencia  del  3  de noviembre  de 1903,  el  naciente  Estado  panameño  necesitaba más que nunca a constructores, planificadores y diseñadores. La nueva nación requería mucho más  que   ideales   para   forjar   su   identidad:   necesitaba   caminos,   puentes,   acueductos, alcantarillado,   escuelas  y   hospitales.   Era   imprescindible   traducir  la   libertad   política   en estructuras tangibles que hicieran posible la  vida republicana.

 

Infraestructura como afirmación del Estado

Con cada obra  de  infraestructura  que  se construye,  el  Estado  reafirma  su  presencia  en el territorio. Allí donde  hay obras públicas, se responden  las necesidades de la  población  y se convierte  en realidad el proyecto de nación.   En ese esfuerzo fundacional, queda claro que la ingeniería  y la  arquitectura  se revelan como pilares esenciales del  desarrollo nacional.

 

1903:  Los desafíos fundacionales de la República v.,  la construcción  nacional

El  panorama tras la independencia del 3 de noviembre de 1903 era complicado. Panamá se enfrentó al reto de construir un Estado desde cero.  La joven república heredaba una profunda crisis estructural  en salud, educación, justicia  y administración  pública.  La nación necesitaba de conocimiento técnico y visión constructiva ya que carecíamos de infraestructura  básica como redes de agua potable y saneamiento, vías urbanas, centros hospitalarios,  instalaciones educativas y edificios destinados a funciones gubernamentales. Todo estaba  por hacerse.

Panamá, en 1903, con una población estimada en apenas 250 mil habitantes y un índice de analfabetismo superior al 90%, necesita formar profesionales en disciplinas estratégicas como el  derecho, la  medicina y, de manera urgente,  la  ingeniería.  En ese contexto,  la formación de capital  humano se convirtió en una prioridad nacional.

 

Ley 11 de 23 de marzo de 1904 – Gaceta oficial número 12 de 13 de abril de 1904

Ley Orgánica de Instrucción pública.

La Ley 11 del 23 de marzo de 1904, reglamentada mediante el Decreto No. 81 del 5 de agosto del  mismo año, asignó expresamente cuatro becas para estudios de ingeniería en los Estados Unidos.

Esta decisión temprana refleja una visión clara del  naciente Estado panameño de que, sin formación técnica,  no hay progreso posible.  Sin ingenieros ni  arquitectos, no hay caminos, puentes, viviendas, ni ciudades funcionales.  En suma, no hay desarrollo.

 

Ley 52 de 20 de mayo de 1904 sobre mejoras materiales

La importancia de los ingenieros y arquitectos en la construcción física de la República quedó plasmada en la Ley 52 de 20 de mayo de 1904, «sobre mejoras materiales». Esta norma asignó tres millones de dólares, una suma considerable para la época, proveniente del pago de diez millones de dólares que realizara los Estados Unidos tras la firma del Tratado del Canal  (Hay• Bunau Varilla), para la  construcción  de caminos, edificios públicos e infraestructura  en todas las provincias del  país.

Los artículos 6 y 7 de la ley 20 de 1904 instruyeron al Poder Ejecutivo a designar, en un plazo de 60 días, a «ingenieros y arquitectos competentes» en cada provincia. Su misión era precisa: inspeccionar el terreno, identificar las obras necesarias, elaborar informes técnicos, levantar planos, calcular presupuestos y remitirlos a  la  Secretaría  de Fomento y Obras Públicas antes del 31 de diciembre de 1904.

 

La construcción del Canal de Panamá (19041914)

La construcción  del  Canal de Panamá  fue  la  obra de ingeniería  más ambiciosa de su tiempo. Su impacto transformador atrajo inversiones para Panamá, activó el comercio y generó una creciente demanda de infraestructura, viviendas,  edificios comerciales y servicios  públicos, especialmente en las ciudades de Panamá y Colón que se convirtieron en centros neurálgicos del  nuevo orden económico.

Muchos ingenieros y arquitectos extranjeros, particularmente estadounidenses vinculados a la Zona del Canal, comenzaron a ejercer su oficio en un territorio donde las reglas aún se estaban escribiendo.  Esta  coexistencia,  en  ocasiones  desigual,  puso en  evidencia  la  urgencia  de fortalecer la presencia nacional en el ámbito técnico-profesional y de esta necesidad histórica surgiría el  impulso de crear una organización que diera voz,  cohesión  y reconocimiento al gremio:  la futura Sociedad de Ingenieros.

 

1910   –  ASOCIACION   DE   INGENIEROS,  ARQUITECTOS  Y  AGRIMENSORES  DE PANAMÁ

El presidente José Domingo de Obaldía {1908-1910) y los ferrocarriles  nacionales

En  1909, durante el  gobierno del  presidente José Domingo de Obaldía, se promulgó la Ley 6 de 5  de enero,  destinada  a  impulsar la  construcción  de ferrocarriles  nacionales.  Esta  ley establecía que el Poder Ejecutivo debía realizar estudios técnicos previos, incluyendo presupuestos,  planos y evaluaciones, para la ejecución de estas obras. Además, contemplaba la participación de ingenieros en comisiones encargadas de evaluar, planificar y supervisar los proyectos reconociendo así el valor técnico de estos profesionales.

 

El presidente Pablo Arosemena {1910-1912) y el ferrocarril  Panamá a David

Un año más tarde, tras el fallecimiento de Obaldía, su sucesor, el presidente Pablo Arosemena, reafirmó en su discurso inaugural en octubre de 1910 su voluntad de continuar con los estudios ferroviarios, en particular el ambicioso proyecto del Ferrocarril de Panamá a  David. Este plan dejaba  en evidencia la  necesidad de contar con ingenieros y arquitectos  panameños bien formados y organizados.

 

La población de Panamá y la Zona del Canal

Por entonces, Panamá tenía  una población total de apenas 367 mil habitantes, y menos de 40 mil vivían en la ciudad capital.  En cambio,   la  Zona del  Canal, bajo control  de Estados Unidos, ya reunía  a  unas 50 mil personas.  El  contraste económico también era notorio.  La Ley 34 de

16 de febrero de 1909 publicada en la  Gaceta Oficial de 8 de marzo de 1909,  nos señala que el  presupuesto  de rentas del  Estado  Panameño  para el  periodo del  1  de enero de 1909 y al 31 de diciembre  de 1910  era de unos 4.5 millones de dólares.

Mientras tanto, el  presupuesto  mensual de los  Estados Unidos invertidos en la  construcción  del Canal era de decenas de millones de dólares por mes, lo cual era importante en la economía nacional porque impulsaba  el  comercio local.

 

Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá

 

Frente a  esa desigualdad, al  dinamismo generado por la  actividad canalera y el  potencial desarrollo de ferrocarriles contenida en la Ley 6 de 1909, era importante que los profesionales panameños se organizaran, defendieran su lugar y asumieran un rol activo en el  desarrollo nacional.

Fue en este contexto que, el  31  de diciembre de 1910,  un grupo visionario de ingenieros, arquitectos y agrimensores panameños se reunieron en el majestuoso Teatro Nacional para fundar el  primer gremio  profesional  del  país.  La  nueva organización adoptó el  nombre de Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá, y designó como su primer presidente al ingeniero   Ricardo Manuel Arango, quien también, se desempeñaba como Ingeniero jefe de la República, siendo el primero en ocupar dicho cargo en la historia institucional  del  país.

Este  acto,  presenciado  por  el  entonces  presidente  de  la  República,  Pablo Arosemena, representó mucho más que la fundación de un gremio: fue una afirmación del compromiso técnico y ético de estos profesionales con la joven república.

Los socios fundadores fueron:

1. Ricardo M. Arango 16.A.  R.  McKay
2. F. H. Arosemena 17.Julio Payló
3. M. A. Alguero 18. Ricaurte Pacheco
4. Fabricio Alba 19.Juan Peré
5. Domingo Bonvini 20. G. N. Ruggeri
6. E.  Courel 21. H. L. Simpson
7.Augusto Clement 22. W.  P.  Stine
8. E.  Fábrega 23. Oswaldo Icaza
9. R.  Graña 24.Juan A. Vicensini
10. Julio Guerra 25. Aquiles Vicensini
11. Tulio Gerbaud 26. Antonio Vestri
12. Inocencia Gal indo Jr. 27. H.  M. Vaglio
13. W. C. Johnston 28. T. T. Vásquez
14. Ottorino Lorenzo 29. Carlos Zachrisson
15.Amadeo Mastellari

 La   primera   Directiva   de  esta   Asociación  estuvo   integrada   por  los  siguientes profesionales:

  • Presidente: Ricardo Manuel Arango
  • Vicepresidente: Florencio Harmodio Arosemena
  • Secretario: C. Bertonicini
  • Tesorero: Fabricio de Alba
  • SubsecretarioH. M. Vaglio
  • Vocales: Bravo. J. A. de Icaza, G. N. Rugieri, W. Johnston,  P.  Chatagnon y Abel

Se designó presidente  Honorario al doctor Pablo Arosemena, presidente de la  República, y como Miembro Honorario al coronel George W. Goethals.

Personea Jurídica de la Asociación. 1911

La consolidación legal de la Asociación llegó pocos meses después, cuando, el 19 de septiembre de 1911,  mediante la  Resolución No.  123 de la Secretaría de Gobierno y Justicia, firmada por el secretario Heliodoro Patiño y el presidente Pablo Arosemena, se le otorgó personería jurídica, lo que fortaleció su capacidad de acción y representación institucional.

 

Los os que siguieron a la finalización  de las obras del Canal y la Primera Guerra Mundial

Los años siguientes a  la  creación de la Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá no fueron fáciles. La finalización de las obras del Canal de Panamá, cuya inauguración fue el 15 de agosto de 1914, coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Esto desencadenó una profunda crisis económica y política en Panamá que afectó severamente la inversión pública, la actividad de construcciones a  nivel  nacional y  las oportunidades  de crecimiento profesional en la ingeniería y arquitectura. Aun así, la semilla sembrada por sus fundadores no se  perdió en este entorno adverso y el espíritu de organización profesional persistió  como  una referencia  para las futuras generaciones de ingenieros,  arquitectos y agrimensores comprometidos con el desarrollo nacional.

1919 – Sociedad Panameña de Ingenieros.

Coincidiendo con la  finalización de la  Primera  Guerra Mundial  (1914 a  1918)  en octubre  de 1918,  Belisario  Porras asumió nuevamente  la  presidencia  de la  República,  esta vez como presidente encargado, tras el fallecimiento del titular Ramón Maximiliano Valdés el  3 de junio de 1918.

El  presidente Porras, reconocido como «el presidente constructor», dio un nuevo impulso  a la infraestructura  nacional  con la  creación de la  Junta  Central  de Caminos en 1919,  encargada de planificar, diseñar, construir y desarrollar la  red de carreteras del  país.

 

La Junta de Caminos

La  Junta de Caminos ofrecía una importante oportunidad  a  los ingenieros panameños para participar activamente en la  planificación y ejecución de uno de los proyectos más ambiciosos del Estado como lo era dotar al  país  de una red nacional de carreteras.  Hasta entonces, la mayoría  de  las  grandes  obras  públicas  habían  sido  diseñadas o  dirigidas  por  técnicos extranjeros.

En  ese contexto de renovación institucional y en coincidencia con dos fechas simbólicas: el cuarto centenario de la fundación de la ciudad de Panamá (1519) y los cinco años de operación del  Canal, surgió la  necesidad de una renovación de la organización profesional. Así nació, en septiembre de 1919, la Sociedad  Panameña de Ingenieros, con un compromiso claro con el desarrollo del  país.

 

La  fundación  de  la  Sociedad Panameña de Ingenieros:  acta  histórica  del  15 de septiembre de 1919 que reposa en las oficinas de la SPIA

En  el  proceso  de  reconstruir  los  orígenes  institucionales  de  la  Sociedad    Panameña  de Ingenieros y Arquitectos,  uno de los documentos más valiosos es el acta fechada el  15 de septiembre de 1919, la cual reposa en las oficinas de la SPIA. Este documento marca el momento fundacional de la organización gremial de los ingenieros panameños y tiene un valor histórico y testimonial que es aún significativo.

 

La reunión

El documento relata cómo, a las cuatro de la tarde del  15 de septiembre de 1919, se reunieron en la Oficina de Seguridad de la ciudad de Panamá un grupo de ingenieros visionarios:  Fabrizio de Alba, Alfredo Arias, Florencia Harmodio Arosemena, Leopoldo Arosemena, Abel  Bravo, Luis Felipe  Clement,  Mario  Ossa y Tomas  Herrera.  El  acta  señala que no asistieron  por estar ausentes  de la  ciudad:  el  arquitecto  Inocencio Galindo Jr.,  y los  ingenieros Darío Meléndez y Antonio  Destri.

La  reunión fue  convocada en respuesta  a  la  iniciativa  del  comandante  Antonio  Guizado, jefe de la  Oficina de Seguridad  del  Cuerpo de Bomberos de Panamá, quien planteó  la  necesidad de contar con un cuerpo de ingenieros organizado que  pudiera apoyar técnicamente al  Estado panameño en la  ejecución  de obras públicas.  Guizado, según el  acta, poseía  información  de que el gobierno se proponía desarrollar un amplio programa de construcción y estimaba conveniente que los ingenieros panameños estuvieran  preparados para participar activamente.

 

Se funda la Sociedad Panameña de Ingenieros y sus objetivos

Después de intercambiar  ideas,  los  presentes  acordaron fundar formalmente  una sociedad, que en ese momento se denominó Sociedad  Panameña de Ingenieros. Se  eligió una junta directiva  provisional  por orden alfabético, siendo nombrado Fabrizio de Alba como presidente y Alfredo Arias como vicepresidente, junto con los ingenieros Arosemena, Clement y otros, como miembros de la directiva  provisional.

Los firmantes coincidieron en que la  nueva sociedad debía:

  • Enaltecer la profesión de ingeniero;
  • Servir como organismo consultivo del gobierno en asuntos de obras públicas;
  • Y establecer una  biblioteca  técnica,  como  punto  de  referencia   para  el   desarrollo profesional.

Asimismo, se acordó que los objetivos  más amplios de la  sociedad quedarían plasmados en sus estatutos, y para ello se nombró una comisión integrada por los ingenieros Alba y Leopoldo Arosemena.  Como muestra de gratitud por su impulso decisivo, el acta deja constancia del agradecimiento al  comandante Antonio Guizado, quien fue designado socio  honorario de la naciente organización.

Firmaron  el acta  el  presidente y el  secretario,  y en su margen inferior se incluyó  la  mención «Es fiel copia», seguida de la firma manuscrita del  secretario.

Desde su origen, la  Sociedad Panameña  de Ingenieros nació con la vocación de contribuir al desarrollo nacional mediante el saber técnico, un propósito que, con el tiempo, sería ampliado y fortalecido con la incorporación de los arquitectos y la consolidación definitiva de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA).

 

El primer presidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros

Fue elegido primer presidente una figura de gran prestigio técnico y moral, el ingeniero Abel Bravo, quien dirigió la sociedad  hasta 1922, cuando fue sucedido por el ingeniero Leopoldo Arosemena.

 

1923 Personería Jurídica de la Sociedad Panameña de Ingenieros

Durante la presidencia del ingeniero Leopoldo Arosemena, se aprobaron los estatutos de la Sociedad Panameña  de Ingenieros y se gestionó su reconocimiento legal.  Como resultado de esta  labor,  la  Secretaría  de Gobierno  y Justicia  le  otorgó  personería  jurídica  mediante  la Resolución Nº 282 bis del 17 de noviembre de 1923. Este reconocimiento fue firmado por el presidente Belisario Porras quien ejercía su tercer mandato presidencial (1920-1924), y por el secretario de Gobierno y Justicia,  Rodolfo Chiari.

La consolidación  legal e institucional de la Sociedad Panameña de Ingenieros en 1923  no solo fortaleció su papel como referente técnico confiable en materia de obras públicas y privadas, sino que también  la  convirtió en  un espacio de encuentro  para el  debate  profesional,  la formación continua y el  intercambio de ideas entre ingenieros y arquitectos.

 

 

1945  – Acta  de  16 de octubre  de  1945  – Sociedad Panameña de Ingenieros  – Reforma de los Estatutos de 1923.

La  noche del  16 de octubre de 1945, a  las 8:45 p.m., se celebró una de las sesiones más significativas en la evolución del gremio de ingenieros en Panamá.

Presidida  por el arquitecto Inocencia Galindo y con quórum legalmente constituido,  la  reunión estuvo dedicada a  la  discusión final del  proyecto de reforma general de los estatutos,  reflejo de una voluntad colectiva de renovación frente a los desafíos de un país en transformación.

 

Se establecen  las bases para el cambio de nombre de la Sociedad

La reforma de los estatutos, aprobada el  16 de octubre de 1945, marcó un hito en la evolución del  gremio al sentar  las  bases para  el  cambio de nombre que se formalizaría  en 1947.  Esta modificación no solo  representó una  actualización institucional, sino que  también reflejó  un espíritu de renovación que impulsó la  integración plena de los arquitectos a la organización.

Se reafirma  1919 como año fundacional

El  acta  de esa sesión del  16 de octubre de 1945  reafirmaba, en el  artículo 1  del  proyecto de reforma, que la Sociedad Panameña de Ingenieros fue fundada en 1919 y obtuvo personería jurídica el  17 de noviembre de 1923.

 

Ampliación de la Membresía Profesional

En  el  artículo 2, se ampliaba su base de membresía al  establecer que podían formar  parte tanto  ingenieros  de cualquier especialidad  como arquitectos,  siempre  que cumplieran  los requisitos  del  estatuto.  Este  fue  un  paso decisivo  hacia la  integración  formal  de  ambas profesiones dentro del  mismo cuerpo gremial.

 

Reconocimiento a la im~ortante actividad de los arquitectos

En ese contexto,  la  labor de los arquitectos ya había alcanzado un reconocimiento destacado en la vida nacional. Obras emblemáticas como el Aeropuerto de Tocumen, el Hotel  El  Panamá, la  planificación de la  Ciudad Universitaria  (Universidad de Panamá) y el  desarrollo de nuevas urbanizaciones  reflejaban  el  creciente  protagonismo de los  arquitectos  en la  transformación del entorno urbano del  país.

La inclusión  formal  de los arquitectos en el  gremio fue,  por tanto,  una respuesta coherente a una realidad profesional cada vez más visible activa y necesaria.

 

Se establecen  los fines de la Sociedad

Asimismo, se definieron con claridad  los fines de la Sociedad: el  mejoramiento técnico de sus miembros,  la  promoción de la  ética y la camaradería, y la aspiración de que ingenieros y arquitectos fueran  reconocidos como actores clave en el  desarrollo económico y material  del país.

 

1947  – Acta  del  6 de octubre  de  1947  – La  Sociedad Panameña de Ingenieros adopta oficialmente el nombre de Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA)

 

El nacimiento de la SPIA como hoy la conocemos

La noche del 6 de octubre de 1947, a las 8:15 p.m., se celebró una sesión clave para el futuro del gremio técnico del  país.

Convocados por el  presidente de la  Sociedad  Panameña  de Ingenieros,  ingeniero Guillermo Rodríguez,  los miembros se reunieron para considerar un tema de especial trascendencia:  el cambio de nombre de la  organización.

 

Nuevo  nombre  propuesto  y  aprobado:   Sociedad Panameña  de  Ingenieros  y Arquitectos

 

Tras verificar el quórum y aprobar el acta de la sesión anterior, el arquitecto José  B. Cárdenas tomó la  palabra y presentó una moción de cambiar el nombre de «Sociedad Panameña de Ingenieros» por el de «Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos». La propuesta fue recibida con apertura y respaldo inmediato.  No hubo objeciones ni necesidad de debate.  Fue sometida a votación y aprobada por unanimidad.

Ese mismo día, en un gesto que confirmó la  incorporación activa de los arquitectos al gremio, se  entregaron  credenciales a   cuatro  destacados  profesionales:  Octavio  Méndez Guardia, Guillermo Andreve, Rosa  Palacio  y el  propio José  B.  Cárdenas,  quienes representarían a  la Sociedad en el Congreso de Arquitectura de Lima, Perú.

La  presencia de arquitectos como portavoces oficiales de la entidad sellaba el  reconocimiento institucional de su rol  profesional dentro del desarrollo del  país.

 

1950  –  El   primer  presidente  con el   nuevo  nombre:   Sociedad  Panameña  de Ingenieros y Arquitectos.

 

Le correspondió al arquitecto José  B. Cárdenas el  honor de convertirse en el  primer presidente con nuevo nombre Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.

 

Validez jurídica del cambio de nombre a Sociedad Panameña de Ingenieros Arquitectos – Resolución Ministerio de Gobierno y Justicia.

Como consta  en las escrituras,  la  Resolución Nº 570 de 24 de junio de 1950, expedida por el Ministerio  de  Gobierno  y  Justicia,  fue  el  acto  administrativo  oficial  mediante  el  cual  se aprobaron  formalmente  las  modificaciones  de  los  estatutos  y  el   cambio  de  nombre  de

«Sociedad Panameña de Ingenieros» a «Sociedad  Panameña de Ingenieros y Arquitectos».

Estas aprobaciones fueron refrendadas por José Manuel  Faúndez, director de Justicia,  Prensa y Radio del Ministerio de Gobierno y Justicia, encabezado por el ministro Alfredo Alemán. El presidente de la  República el doctor Arnulfo Arias.

Ratificación y formalización ante Notario Público

El  29 de junio de 1950, ante el  notario Público Tercero del  Circuito de Panamá,  Rogelio Avila, mediante la Escritura Pública Nº 1013 se ratificaron y formalizaron las actas de las reuniones celebradas el  16 de octubre de 1945, el 6 de octubre de 1947, el 6 de enero de 1950 y la resolución número 570 de 24 de junio de 1950 expedida por el Ministerio de Gobierno y Justicia.

 

No fue un simple cambio de nombre

Así nació la  Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA). No fue solo un cambio de nombre. Con esta nueva identidad, la SPIA expresó la unión de dos profesiones distintas  pero complementarias,  que al trabajar juntas fortalecen  su impacto en el  desarrollo del  país.  Integrar a los arquitectos en el nombre del gremio fue reconocer su creciente aporte a  las nuevas demandas urbanas, sociales y técnicas.

 

Reflexión sobre el nuevo nombre

Desde aquel  momento en que se unieron ingenieros y arquitectos bajo  un mismo nombre, la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) ha estado presente en el camino de Panamá  hacia el  progreso.

No solo ha participado en grandes obras, sino que ha sido parte de cómo se han ido formando nuestras  ciudades,  nuestras  instituciones  y  muchos de  los  lugares  donde  hoy  vivimos  y trabajamos.

 

1952 – Cuatro miembros de la SPIA en el Gabinete del presidente Remón

 

Resaltando la participación de miembros de la SPIA en el gobierno nacional, el diario La Estrella de Panamá  del  domingo,  19 de octubre  de 1952,  destaca  que el  viernes,  17 de octubre  de

1952,  la  Sociedad Panameña  de Ingenieros y Arquitectos  (SPIA)  organizó un agasajo  en el Club  Unión que,  más que  un simple banquete,  se convirtió  en  una afirmación  del  papel creciente de los profesionales técnicos en la vida pública de la nación.

La  recepción tuvo lugar en los salones del  Club Unión, donde se reunieron figuras del  mundo político,  gremial  y periodístico  para  rendir homenaje a  cuatro colegas de la  SPIA que habían sido nombrados ministros en el nuevo gabinete del  presidente José Antonio  Remón Cantera: el  ingeniero Víctor  C.  Urrutia,  ministro de Educación;  el  arquitecto Inocencio Galindo, ministro de Obras Públicas; el ingeniero José Ramón Guizado, vicepresidente de la República y además, ministro de Relaciones Exteriores y el ingeniero Víctor N. Juliao, secretario general de la  Presidencia.  Ellos representaban el  50% de las carteras ministeriales en el gobierno.

El  evento fue presidido por el ingeniero Horacio Ciare, entonces presidente de la SPIA, quien pronunció  un  discurso en  el  que  destacó  cómo  la  ingeniería  y  la  arquitectura  dotaban  al ciudadano de las  capacidades necesarias  para asumir funciones  directivas.

 

Discurso  del   arquitecto   Inocencio   Galindo,  ministro   de  Obras  Públicas  Y expresidente de la SPIA en 1945

 

El  arquitecto Inocencio Galindo,  en nombre de los homenajeados,  agradeció el  gesto con palabras sinceras y  firmes,  subrayando  que  el  nuevo gobierno  se  proponía  fortalecer  la eficiencia técnica y profesional del Estado. En una parte de su discurso contó que varios meses antes, el entonces presidente electo Remón, le solicitó formar parte de una comisión que le asesorara en la formulación de un plan de gobierno.

Así, en materia de obras públicas, se formó  la Subcomisión  de Fomento integrada  por los ingenieros Víctor Urrutia, Alberto de St.  Malo, Víctor Yanis, Roberto  López Fábrega y Augusto Arosemena. Esta subcomisión recibió elogiosos comentarios de parte de todos los comisionados.

 

Un nuevo capítulo en la historia de la SPIA

Aquella noche de octubre de 1952,  la SPIA no solo celebró  a sus miembros; celebró también un nuevo capítulo en la  historia de la República, uno en el  que los ingenieros y arquitectos empezaban a ocupar un lugar central en la construcción institucional del  país.

El  agasajo no solo evidenciaba el espíritu de confraternidad entre colegas, sino también una realidad  nueva:  la  incorporación  de  técnicos  nacionales a   los  más  altos  niveles  de  la administración  pública.

 

1955 – Primera piedra del nuevo edificio de la SPI~

En  el  diario  La  Hora,   del  miércoles,  12  de  octubre  de  1955,  aparece  publicado  en  la contraportada que la Sociedad   Panameña de Ingenieros y Arquitectos y la Asociación Médica Nacional iban  a construir su propio edificio en la prolongación de la avenida Federico Boyd de esta ciudad, detrás de la Iglesia del Carmen. La primera piedra fue colocada en una ceremonia especial que se efectuó esa mañana.

Agrega la noticia que después de la ceremonia se sirvió un almuerzo en el Golf Club de Panamá, ofrecido  por la Sociedad  con el  doble propósito de la colocación  de la  primera  piedra  del mencionado edificio y la entrega de los premios a los arquitectos del año de 1955.

La  SPIA  demostró  con  este  paso su firmeza  de  propósitos,  apostando  por  una  presencia institucional  sólida y  duradera, en  un  punto  neurálgico de  la  ciudad, como símbolo  de  su compromiso con la  modernización y el  progreso.

 

1959  – Ley  15 de 26 de enero de 1959  – Por la  cual se regula el ejercicio  de las profesiones de ingeniería y arquitectura.

 

El 26 de enero de 1959 se promulgó la Ley Nº 15, que reguló de forma integral las profesiones de ingeniería  y arquitectura  en Panamá.  Esta  norma instauró  el  certificado  de idoneidad y el sello profesional, obligatorios para ejercer y solo otorgados a  profesionales con títulos válidos y buena conducta. Asimismo, creó la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura,  presidida por el  presidente de la SPIA, encargada de expedir idoneidades, sancionar infracciones y asesorar al Ejecutivo.

La ley exigió la firma directa del  profesional  responsable en todo plano o documento técnico y dispuso que toda empresa dedicada a  la  ingeniería  o arquitectura  debía contar con personal idóneo debidamente registrado en el país. Además, estableció sanciones, desde amonestaciones hasta  la cancelación del certificado,  por negligencia o falta de ética.

En su conjunto,  la  Ley Nº  15 de 1959  representó un avance histórico en la institucionalización de la  profesión,  brindando un marco de legalidad  y responsabilidad que fortaleció  el  rol  del ingeniero y el  arquitecto en la  construcción del  país  moderno.  Fue,  además, una muestra concreta del  reconocimiento estatal  hacia la  labor técnica y científica, y del  peso creciente que la SPIA adquiría como interlocutor del desarrollo nacional.

 

Elegado y el desafio de la SPIA

Desde aquella reforma estatutaria del  16  de octubre de 1945, que abrió  las puertas a  los arquitectos  y  reforzó  el  compromiso de  la  Sociedad  con  la  excelencia técnica,  la   ética profesional  y  el  servicio  público, la  SPIA  ha evolucionado sin  perder de vista  sus fines fundacionales: proteger el ejercicio responsable de la ingeniería y la arquitectura, promover la formación continua y asesorar  a  las autoridades en el desarrollo de un país cada vez más complejo.

A lo  largo  de las  décadas, ese espíritu  de unidad y vocación de servicio se ha traducido  en planes de urbanismo, normativas  constructivas,  iniciativas  de sostenibilidad y defensa  de la calidad de las obras. Hoy, al  mirar hacia el futuro, la SPIA sigue siendo ese puente entre la tradición técnica  y los desafíos modernos, convocando a  cada generación de ingenieros y arquitectos a  liderar con visión,  innovación  y compromiso social, tal como lo establecieron nuestros  estatutos  y  lo  refrendan cada día  nuestras  acciones  en beneficio  del  desarrollo nacional.

 

LISTA DE PRESIDENTES DE  LA SPIA

ASOCIACION  DE INGENIEROS, ARQUITECTOS Y AGRIMENSORES

Fundación 31 de diciembre de 1910
Primer Presidente Ingeniero Ricardo Manuel Arango
Personería Jurídica 17 de noviembre de 1923
1912 Ingeniero Florencio Harmodio Arosemena
1913 Ingeniero.  Osvaldo Augusto Lenz 

 

SOCIEDAD PANAMEÑA  DE INGENIEROS

Fundación 15 de septiembre de 1919
Personería Jurídica 17 de noviembre de 1923
Presidio la Iera. Sesión Ingeniero Fabrizio de Alba
Primer presidente (1919-1921) Ingeniero Abel Bravo

 

SOCIEDAD PANAMEÑA  DE INGENIEROS

LISTA DE PRESIDENTES

•     1922 Ing. Leopoldo Arosemena
•     1923 Ing. Leopoldo Arosemena
•     1924 Ing. Fabrizio de Alba
•     1925 Ing. Luis F.  Clement
•     1926 Ing. Macrio Solís
•    1927 Ing. Eduardo Icaza
•     1928 Ing. Florencio H. Arosemena
•     1929 Ing. Luis F. Clement
•     1930 Ing. Luis F.  Clement
•     1931 Ing. Eduardo Icaza A.
•     1932 Ing.  Eduardo Icaza A.
•     1933 Ing. Francisco Morales
•     1934 Ing. Tomás Guardia
•     1935 Ing. Tomás Guardia
•     1936 Ing. Ernesto Jaén Guardia
•     1937 Ing. Leopoldo Arosemena
•     1938 Ing. Leopoldo Arosemena
•    1939 Ing. Leopoldo Arosemena
•     1940 Ing. Manuel F. Zárate
•      1941 Ing.  Manuel  F. Zárate
•      1942  Ing. Juan de A. Galindo
•      1943  Ing. Víctor N. Juliao
•      1944 Ing.  Horacio Ciare Jr.
•      1945  Ing.  Inocencio Galindo
•      1946 Ing.  Roberto López P.
•      1947 Ing.  Guillermo Rodríguez
•      1948 Ing. Agustín de la Guardia
•      1949 Ing. Guillermo Méndez Jr

SOCIEDAD  PANAMEÑA DE INGENIEROS Y ARQUITECTOS

LISTA DE PRESIDENTES

•     1950 Arq.  José  B. Cárdenas
•     1951 Ing. Feo. Morales  Jr.
•     1952 Ing. Víctor C.  Urrutia
•      1953 Arq. Octavio Méndez G.
•     1954 Ing. Tomás Guardia Jr.
•     1955 Ing. Celso Carbonell
•     1956 Ing. Ricardo Méndez
•     1957 Ing. Ernesto Jaén Guardia
•     1958 Ing. Roberto López P.
•     1959 Ing. Guillermo E.  Rodríguez
•     1960 Arq. Hugo Navarro
•      1961 Ing. Ovidio Díaz
•     1962 Ing. Ovidio Díaz
•     1963 Arq. Luis D. Crespo
•     1964 Ing. Erasmo Méndez
•     1965 Ing. Alejandro Santos
•      1966 Arq. Edwin Fábrega
•     1967 Ing. Juan B.  McKay
•     1968 Ing. Alfredo Arias
•     1969 Arq. Rogelio Díaz J.
•     1970 Ing. César Saavedra
•     1971 Ing. Jorge Luis Quirós
•     1972 Arq. Rodrigo Mejía Andrión
•     1973  Ing. César saavedra
•    1974 Ing. César Saavedra
•     1975 Arq. Jorge Rodríguez  Moreno
•     1976 Ing. Ramsés Cajas
•     1977 Ing. Nicolás Real
•     1978 Ing. Raúl  Figueroa
•     1979 Ing. Ramón Argote
•     1980 Ing. Carlos  Laguna
•     1981 Arq. José  N. Burgos
•     1982 Ing. Roberto Cerrud
•     1983 Ing. Arnulfo  Ho
•     1984 Arq. Lilia Margarita  Pérez
•     1985 Ing. Rafael  Pearson
•     1986 Ing. Beltrán  Guerra
•     1987 Arq. Julio Mora S.
•     1988 Ing. Bolívar De Gracia B.
•     1989 Ing. César Saavedra
•     1990 Arq. Alberto W.  Osario
•     1991 Ing. Pastora  Franceschi
•     1992 Ing. Rogelio Delgado
•     1993 Arq. Valentín  Monforte Arias
•     1994 Ing. Génito  Maldonado
•     1995 Ing. Alberto Filós
•     1996 Arq. Alfonso Pinzón  Lozano
•     1997 Ing. Marco A.  Cheng
•     1998 Ing. Miguel A.  Ulloa
•     1999 Arq. Manuel  Choy G.
•     2000 Ing. Anselmo Hilton  Ch.
•     2001 Ing. Ulises Lay Pérez
•     2002 Arq. José Batista
•     2003 Ing. Carlos Penna Franco
•     2004 Ing. Abdiel  B.  Cano G.
•     2005 Arq. Valentín  Monforte Arias
•     2006 Ing. Rodrigo A.  Chanis T.
•     2007 Arq. Martín Donderis
•     2008 Arq. Magda Bernard
•     2009 Ing. Ernesto  De León
•     2010 Ing. Miriam Tejada  de Solís
•     2011 Arq. Julio Rovi  Fong
•     2012 Ing. Horacio Robles
•     2013 Ing. Rodrigo Sánchez
•     2014  Arq.  Ricardo Robles
•     2015  Ing.  Djurdjika  Kuntich
•     2016  Ing. José Tuñón Mela
•     2017  Arq. María  Lombardo Sánchez
•     2018  Ing. Gustavo A.  Bernal G.
•     2019  Ing. Ángela Laguna Caicedo
•     2020  Arq.  Marcos T.  Murillo R.
•     2021  Ing.  Rodrigo Chanis
•     2022  Ing.  Rutilio Villarreal
•     2023  Arq. Jorge Perén
•     2024  Ing. Johan Caballero
•     2025  Ing.  Ricardo Carrillo