Historia
Del Autor
En estas páginas recogemos el legado de aquellos colegas visionarios que a lo largo de más de un siglo, concibieron la necesidad de unificar conocimientos y esfuerzos, sentando las bases para que ingenieros y arquitectos trabajaran de manera conjunta en proyectos de alto impacto para el Estado.
Nuestro propósito es dejar constancia del empeño y la pasión con que fundadores y primeros directivos impulsaron la profesionalización de la ingeniería y la arquitectura en Panamá, de modo que sus realizaciones sigan siendo referencia y aporte permanente al progreso de todos los panameños.
Agradezco sinceramente al ingeniero Ricardo Carrillo Pulido y a la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos por brindarme la oportunidad de compartir esta historia, fruto de una investigación minuciosa y respetuosa de nuestras raíces. Ha sido un honor contribuir al enaltecimiento de la memoria gremial, rescatando los momentos, decisiones y protagonistas que han dado forma a esta institución que representa con orgullo el saber técnico y el compromiso con el desarrollo de la nación.
HISTORIA DE LA SOCIEDAD PANAMEÑA DE INGENIEROS Y ARQUITECTOS (SPIA)
Herencia silenciosa, vocación viva
La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) no solo representa a los profesionales técnicos del presente. La SPIA es heredera silenciosa de siglos de conocimiento acumulado, transmitido y perfeccionado desde los primeros constructores que dieron forma al istmo mucho antes de su fundación en el siglo XX.
Allí donde se trazaron caminos, se levantaron ciudades y se soñaron infraestructuras, ya estaba viva la vocación que la SPIA representa hoy. Una tradición técnica que se remonta al periodo colonial, cuando comenzaron a trazarse los primeros asentamientos, rutas y fortificaciones en el istmo.
Las construcciones coloniales
Desde los primeros días de la colonización, el conocimiento y la habilidad de maestros de obra, albañiles, canteros y carpinteros permitieron levantar los primeros asentamientos coloniales como Santa María la Antigua del Darién, Acla y Nombre de Dios, proporcionando a los colonos vivienda, protección y condiciones básicas para la vida en el nuevo territorio.
Aunque estas construcciones eran simples y funcionales, marcaron el inicio de una práctica constructiva que crecería con el tiempo. El giro decisivo llegó cuando Vasco Núñez de Balboa avistó el Mar del Sur en 1513. Panamá adquirió entonces un valor estratégico incalculable como punto clave para una ruta transístmica que conectaba el Atlántico con el Pacífico. Esta nueva condición geopolítica impuso crecientes exigencias en la forma de construir, organizar y defender el espacio urbano, abriendo el camino hacia una planificación más compleja del territorio.
De la fundación de la primera ciudad de Panamá en 1519 a la construcción de segunda ciudad de Panamá en 1673
La fundación de la ciudad de Panamá el 15 de agosto de 1519 (hoy, en el sitio de Panamá Viejo) fue la primera respuesta urbana a la visión imperial de convertir el istmo en un eje de tránsito interoceánico. Sin embargo, tras más de 150 años de crecimiento, la ciudad fue saqueada e incendiada en el asalto del corsario inglés Henry Margan en 1671. Aquella tragedia dio paso a un nuevo momento fundacional. La nueva ciudad, el actual Casco Antiguo, fundada el 21 de enero de 1673 en la península del Sitio de Ancón, fue diseñada por ingenieros militaresy arquitectos españoles, incorporando por primera vez principios de planificación urbana y defensa territorial para evitar que se repitiera otro ataque a la ciudad.
Las infraestructuras del siglo XIX
En el siglo XIX, tras casi dos siglos de letargo en la construcción de infraestructuras en Panamá, la construcción del Ferrocarril Transístmico (1855) y el fallido intento del Canal Francés (1881) volvieron a demostrar el poder transformador de la ingeniería. Aunque el istmo seguía siendo parte de Colombia, estas obras anticiparon el papel central que tendría Panamá en el comercio global.
Estas grandes obras de infraestructura no solo modificaron el territorio, sino que también transformaron la conciencia colectiva. Abrieron rutas, atrajeron población y capital, y consolidaron a Panamá como un nodo estratégico en el comercio global. Así, prepararon el terreno, tanto en lo físico como en lo simbólico, para una creciente afirmación de identidad y autonomía. Tal es el impacto de las grandes obras de ingeniería: trazan caminos, despiertan aspiraciones y, a veces, preparan el terreno para que los pueblos reescriban su historia.
La nueva República de Panamá en 1903
Con la República recién fundada, el país enfrentaba el reto inmenso de construirse a sí mismo. Y en ese nuevo capítulo, los ingenieros y arquitectos no serían simples ejecutores, sino actores fundamentales del proyecto nacional. De esa necesidad histórica, concreta y urgente, surgiría años más tarde la SPIA: como organización gremial, como conciencia técnica y como voz profesional en la transformación de Panamá.
El siglo XX y el rol de los ingenieros y arquitectos
Con la independencia del 3 de noviembre de 1903, el naciente Estado panameño necesitaba más que nunca a constructores, planificadores y diseñadores. La nueva nación requería mucho más que ideales para forjar su identidad: necesitaba caminos, puentes, acueductos, alcantarillado, escuelas y hospitales. Era imprescindible traducir la libertad política en estructuras tangibles que hicieran posible la vida republicana.
Infraestructura como afirmación del Estado
Con cada obra de infraestructura que se construye, el Estado reafirma su presencia en el territorio. Allí donde hay obras públicas, se responden las necesidades de la población y se convierte en realidad el proyecto de nación. En ese esfuerzo fundacional, queda claro que la ingeniería y la arquitectura se revelan como pilares esenciales del desarrollo nacional.
1903: Los desafíos fundacionales de la República v., la construcción nacional
El panorama tras la independencia del 3 de noviembre de 1903 era complicado. Panamá se enfrentó al reto de construir un Estado desde cero. La joven república heredaba una profunda crisis estructural en salud, educación, justicia y administración pública. La nación necesitaba de conocimiento técnico y visión constructiva ya que carecíamos de infraestructura básica como redes de agua potable y saneamiento, vías urbanas, centros hospitalarios, instalaciones educativas y edificios destinados a funciones gubernamentales. Todo estaba por hacerse.
Panamá, en 1903, con una población estimada en apenas 250 mil habitantes y un índice de analfabetismo superior al 90%, necesita formar profesionales en disciplinas estratégicas como el derecho, la medicina y, de manera urgente, la ingeniería. En ese contexto, la formación de capital humano se convirtió en una prioridad nacional.
Ley 11 de 23 de marzo de 1904 – Gaceta oficial número 12 de 13 de abril de 1904
– Ley Orgánica de Instrucción pública.
La Ley 11 del 23 de marzo de 1904, reglamentada mediante el Decreto No. 81 del 5 de agosto del mismo año, asignó expresamente cuatro becas para estudios de ingeniería en los Estados Unidos.
Esta decisión temprana refleja una visión clara del naciente Estado panameño de que, sin formación técnica, no hay progreso posible. Sin ingenieros ni arquitectos, no hay caminos, puentes, viviendas, ni ciudades funcionales. En suma, no hay desarrollo.
Ley 52 de 20 de mayo de 1904 sobre mejoras materiales
La importancia de los ingenieros y arquitectos en la construcción física de la República quedó plasmada en la Ley 52 de 20 de mayo de 1904, «sobre mejoras materiales». Esta norma asignó tres millones de dólares, una suma considerable para la época, proveniente del pago de diez millones de dólares que realizara los Estados Unidos tras la firma del Tratado del Canal (Hay• Bunau Varilla), para la construcción de caminos, edificios públicos e infraestructura en todas las provincias del país.
Los artículos 6 y 7 de la ley 20 de 1904 instruyeron al Poder Ejecutivo a designar, en un plazo de 60 días, a «ingenieros y arquitectos competentes» en cada provincia. Su misión era precisa: inspeccionar el terreno, identificar las obras necesarias, elaborar informes técnicos, levantar planos, calcular presupuestos y remitirlos a la Secretaría de Fomento y Obras Públicas antes del 31 de diciembre de 1904.
La construcción del Canal de Panamá (1904–1914)
La construcción del Canal de Panamá fue la obra de ingeniería más ambiciosa de su tiempo. Su impacto transformador atrajo inversiones para Panamá, activó el comercio y generó una creciente demanda de infraestructura, viviendas, edificios comerciales y servicios públicos, especialmente en las ciudades de Panamá y Colón que se convirtieron en centros neurálgicos del nuevo orden económico.
Muchos ingenieros y arquitectos extranjeros, particularmente estadounidenses vinculados a la Zona del Canal, comenzaron a ejercer su oficio en un territorio donde las reglas aún se estaban escribiendo. Esta coexistencia, en ocasiones desigual, puso en evidencia la urgencia de fortalecer la presencia nacional en el ámbito técnico-profesional y de esta necesidad histórica surgiría el impulso de crear una organización que diera voz, cohesión y reconocimiento al gremio: la futura Sociedad de Ingenieros.
1910 – ASOCIACION DE INGENIEROS, ARQUITECTOS Y AGRIMENSORES DE PANAMÁ
El presidente José Domingo de Obaldía {1908-1910) y los ferrocarriles nacionales
En 1909, durante el gobierno del presidente José Domingo de Obaldía, se promulgó la Ley 6 de 5 de enero, destinada a impulsar la construcción de ferrocarriles nacionales. Esta ley establecía que el Poder Ejecutivo debía realizar estudios técnicos previos, incluyendo presupuestos, planos y evaluaciones, para la ejecución de estas obras. Además, contemplaba la participación de ingenieros en comisiones encargadas de evaluar, planificar y supervisar los proyectos reconociendo así el valor técnico de estos profesionales.
El presidente Pablo Arosemena {1910-1912) y el ferrocarril Panamá a David
Un año más tarde, tras el fallecimiento de Obaldía, su sucesor, el presidente Pablo Arosemena, reafirmó en su discurso inaugural en octubre de 1910 su voluntad de continuar con los estudios ferroviarios, en particular el ambicioso proyecto del Ferrocarril de Panamá a David. Este plan dejaba en evidencia la necesidad de contar con ingenieros y arquitectos panameños bien formados y organizados.
La población de Panamá y la Zona del Canal
Por entonces, Panamá tenía una población total de apenas 367 mil habitantes, y menos de 40 mil vivían en la ciudad capital. En cambio, la Zona del Canal, bajo control de Estados Unidos, ya reunía a unas 50 mil personas. El contraste económico también era notorio. La Ley 34 de
16 de febrero de 1909 publicada en la Gaceta Oficial de 8 de marzo de 1909, nos señala que el presupuesto de rentas del Estado Panameño para el periodo del 1 de enero de 1909 y al 31 de diciembre de 1910 era de unos 4.5 millones de dólares.
Mientras tanto, el presupuesto mensual de los Estados Unidos invertidos en la construcción del Canal era de decenas de millones de dólares por mes, lo cual era importante en la economía nacional porque impulsaba el comercio local.
Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá
Frente a esa desigualdad, al dinamismo generado por la actividad canalera y el potencial desarrollo de ferrocarriles contenida en la Ley 6 de 1909, era importante que los profesionales panameños se organizaran, defendieran su lugar y asumieran un rol activo en el desarrollo nacional.
Fue en este contexto que, el 31 de diciembre de 1910, un grupo visionario de ingenieros, arquitectos y agrimensores panameños se reunieron en el majestuoso Teatro Nacional para fundar el primer gremio profesional del país. La nueva organización adoptó el nombre de Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá, y designó como su primer presidente al ingeniero Ricardo Manuel Arango, quien también, se desempeñaba como Ingeniero jefe de la República, siendo el primero en ocupar dicho cargo en la historia institucional del país.
Este acto, presenciado por el entonces presidente de la República, Pablo Arosemena, representó mucho más que la fundación de un gremio: fue una afirmación del compromiso técnico y ético de estos profesionales con la joven república.
Los socios fundadores fueron:
1. Ricardo M. Arango | 16.A. R. McKay |
2. F. H. Arosemena | 17.Julio Payló |
3. M. A. Alguero | 18. Ricaurte Pacheco |
4. Fabricio Alba | 19.Juan Peré |
5. Domingo Bonvini | 20. G. N. Ruggeri |
6. E. Courel | 21. H. L. Simpson |
7.Augusto Clement | 22. W. P. Stine |
8. E. Fábrega | 23. Oswaldo Icaza |
9. R. Graña | 24.Juan A. Vicensini |
10. Julio Guerra | 25. Aquiles Vicensini |
11. Tulio Gerbaud | 26. Antonio Vestri |
12. Inocencia Gal indo Jr. | 27. H. M. Vaglio |
13. W. C. Johnston | 28. T. T. Vásquez |
14. Ottorino Lorenzo | 29. Carlos Zachrisson |
15.Amadeo Mastellari |
La primera Directiva de esta Asociación estuvo integrada por los siguientes profesionales:
- Presidente: Ricardo Manuel Arango
- Vicepresidente: Florencio Harmodio Arosemena
- Secretario: C. Bertonicini
- Tesorero: Fabricio de Alba
- Subsecretario: H. M. Vaglio
- Vocales: Bravo. J. A. de Icaza, G. N. Rugieri, W. Johnston, P. Chatagnon y Abel
Se designó presidente Honorario al doctor Pablo Arosemena, presidente de la República, y como Miembro Honorario al coronel George W. Goethals.
Personería Jurídica de la Asociación. 1911
La consolidación legal de la Asociación llegó pocos meses después, cuando, el 19 de septiembre de 1911, mediante la Resolución No. 123 de la Secretaría de Gobierno y Justicia, firmada por el secretario Heliodoro Patiño y el presidente Pablo Arosemena, se le otorgó personería jurídica, lo que fortaleció su capacidad de acción y representación institucional.
Los años que siguieron a la finalización de las obras del Canal y la Primera Guerra Mundial
Los años siguientes a la creación de la Asociación de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores de Panamá no fueron fáciles. La finalización de las obras del Canal de Panamá, cuya inauguración fue el 15 de agosto de 1914, coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Esto desencadenó una profunda crisis económica y política en Panamá que afectó severamente la inversión pública, la actividad de construcciones a nivel nacional y las oportunidades de crecimiento profesional en la ingeniería y arquitectura. Aun así, la semilla sembrada por sus fundadores no se perdió en este entorno adverso y el espíritu de organización profesional persistió como una referencia para las futuras generaciones de ingenieros, arquitectos y agrimensores comprometidos con el desarrollo nacional.
1919 – Sociedad Panameña de Ingenieros.
Coincidiendo con la finalización de la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918) en octubre de 1918, Belisario Porras asumió nuevamente la presidencia de la República, esta vez como presidente encargado, tras el fallecimiento del titular Ramón Maximiliano Valdés el 3 de junio de 1918.
El presidente Porras, reconocido como «el presidente constructor», dio un nuevo impulso a la infraestructura nacional con la creación de la Junta Central de Caminos en 1919, encargada de planificar, diseñar, construir y desarrollar la red de carreteras del país.
La Junta de Caminos
La Junta de Caminos ofrecía una importante oportunidad a los ingenieros panameños para participar activamente en la planificación y ejecución de uno de los proyectos más ambiciosos del Estado como lo era dotar al país de una red nacional de carreteras. Hasta entonces, la mayoría de las grandes obras públicas habían sido diseñadas o dirigidas por técnicos extranjeros.
En ese contexto de renovación institucional y en coincidencia con dos fechas simbólicas: el cuarto centenario de la fundación de la ciudad de Panamá (1519) y los cinco años de operación del Canal, surgió la necesidad de una renovación de la organización profesional. Así nació, en septiembre de 1919, la Sociedad Panameña de Ingenieros, con un compromiso claro con el desarrollo del país.
La fundación de la Sociedad Panameña de Ingenieros: acta histórica del 15 de septiembre de 1919 que reposa en las oficinas de la SPIA
En el proceso de reconstruir los orígenes institucionales de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, uno de los documentos más valiosos es el acta fechada el 15 de septiembre de 1919, la cual reposa en las oficinas de la SPIA. Este documento marca el momento fundacional de la organización gremial de los ingenieros panameños y tiene un valor histórico y testimonial que es aún significativo.
La reunión
El documento relata cómo, a las cuatro de la tarde del 15 de septiembre de 1919, se reunieron en la Oficina de Seguridad de la ciudad de Panamá un grupo de ingenieros visionarios: Fabrizio de Alba, Alfredo Arias, Florencia Harmodio Arosemena, Leopoldo Arosemena, Abel Bravo, Luis Felipe Clement, Mario Ossa y Tomas Herrera. El acta señala que no asistieron por estar ausentes de la ciudad: el arquitecto Inocencio Galindo Jr., y los ingenieros Darío Meléndez y Antonio Destri.
La reunión fue convocada en respuesta a la iniciativa del comandante Antonio Guizado, jefe de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos de Panamá, quien planteó la necesidad de contar con un cuerpo de ingenieros organizado que pudiera apoyar técnicamente al Estado panameño en la ejecución de obras públicas. Guizado, según el acta, poseía información de que el gobierno se proponía desarrollar un amplio programa de construcción y estimaba conveniente que los ingenieros panameños estuvieran preparados para participar activamente.
Se funda la Sociedad Panameña de Ingenieros y sus objetivos
Después de intercambiar ideas, los presentes acordaron fundar formalmente una sociedad, que en ese momento se denominó Sociedad Panameña de Ingenieros. Se eligió una junta directiva provisional por orden alfabético, siendo nombrado Fabrizio de Alba como presidente y Alfredo Arias como vicepresidente, junto con los ingenieros Arosemena, Clement y otros, como miembros de la directiva provisional.
Los firmantes coincidieron en que la nueva sociedad debía:
- Enaltecer la profesión de ingeniero;
- Servir como organismo consultivo del gobierno en asuntos de obras públicas;
- Y establecer una biblioteca técnica, como punto de referencia para el desarrollo profesional.
Asimismo, se acordó que los objetivos más amplios de la sociedad quedarían plasmados en sus estatutos, y para ello se nombró una comisión integrada por los ingenieros Alba y Leopoldo Arosemena. Como muestra de gratitud por su impulso decisivo, el acta deja constancia del agradecimiento al comandante Antonio Guizado, quien fue designado socio honorario de la naciente organización.
Firmaron el acta el presidente y el secretario, y en su margen inferior se incluyó la mención «Es fiel copia», seguida de la firma manuscrita del secretario.
Desde su origen, la Sociedad Panameña de Ingenieros nació con la vocación de contribuir al desarrollo nacional mediante el saber técnico, un propósito que, con el tiempo, sería ampliado y fortalecido con la incorporación de los arquitectos y la consolidación definitiva de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA).
El primer presidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros
Fue elegido primer presidente una figura de gran prestigio técnico y moral, el ingeniero Abel Bravo, quien dirigió la sociedad hasta 1922, cuando fue sucedido por el ingeniero Leopoldo Arosemena.
1923 – Personería Jurídica de la Sociedad Panameña de Ingenieros
Durante la presidencia del ingeniero Leopoldo Arosemena, se aprobaron los estatutos de la Sociedad Panameña de Ingenieros y se gestionó su reconocimiento legal. Como resultado de esta labor, la Secretaría de Gobierno y Justicia le otorgó personería jurídica mediante la Resolución Nº 282 bis del 17 de noviembre de 1923. Este reconocimiento fue firmado por el presidente Belisario Porras quien ejercía su tercer mandato presidencial (1920-1924), y por el secretario de Gobierno y Justicia, Rodolfo Chiari.
La consolidación legal e institucional de la Sociedad Panameña de Ingenieros en 1923 no solo fortaleció su papel como referente técnico confiable en materia de obras públicas y privadas, sino que también la convirtió en un espacio de encuentro para el debate profesional, la formación continua y el intercambio de ideas entre ingenieros y arquitectos.
1945 – Acta de 16 de octubre de 1945 – Sociedad Panameña de Ingenieros – Reforma de los Estatutos de 1923.
La noche del 16 de octubre de 1945, a las 8:45 p.m., se celebró una de las sesiones más significativas en la evolución del gremio de ingenieros en Panamá.
Presidida por el arquitecto Inocencia Galindo y con quórum legalmente constituido, la reunión estuvo dedicada a la discusión final del proyecto de reforma general de los estatutos, reflejo de una voluntad colectiva de renovación frente a los desafíos de un país en transformación.
Se establecen las bases para el cambio de nombre de la Sociedad
La reforma de los estatutos, aprobada el 16 de octubre de 1945, marcó un hito en la evolución del gremio al sentar las bases para el cambio de nombre que se formalizaría en 1947. Esta modificación no solo representó una actualización institucional, sino que también reflejó un espíritu de renovación que impulsó la integración plena de los arquitectos a la organización.
Se reafirma 1919 como año fundacional
El acta de esa sesión del 16 de octubre de 1945 reafirmaba, en el artículo 1 del proyecto de reforma, que la Sociedad Panameña de Ingenieros fue fundada en 1919 y obtuvo personería jurídica el 17 de noviembre de 1923.
Ampliación de la Membresía Profesional
En el artículo 2, se ampliaba su base de membresía al establecer que podían formar parte tanto ingenieros de cualquier especialidad como arquitectos, siempre que cumplieran los requisitos del estatuto. Este fue un paso decisivo hacia la integración formal de ambas profesiones dentro del mismo cuerpo gremial.
Reconocimiento a la im~ortante actividad de los arquitectos
En ese contexto, la labor de los arquitectos ya había alcanzado un reconocimiento destacado en la vida nacional. Obras emblemáticas como el Aeropuerto de Tocumen, el Hotel El Panamá, la planificación de la Ciudad Universitaria (Universidad de Panamá) y el desarrollo de nuevas urbanizaciones reflejaban el creciente protagonismo de los arquitectos en la transformación del entorno urbano del país.
La inclusión formal de los arquitectos en el gremio fue, por tanto, una respuesta coherente a una realidad profesional cada vez más visible activa y necesaria.
Se establecen los fines de la Sociedad
Asimismo, se definieron con claridad los fines de la Sociedad: el mejoramiento técnico de sus miembros, la promoción de la ética y la camaradería, y la aspiración de que ingenieros y arquitectos fueran reconocidos como actores clave en el desarrollo económico y material del país.
1947 – Acta del 6 de octubre de 1947 – La Sociedad Panameña de Ingenieros adopta oficialmente el nombre de Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA)
El nacimiento de la SPIA como hoy la conocemos
La noche del 6 de octubre de 1947, a las 8:15 p.m., se celebró una sesión clave para el futuro del gremio técnico del país.
Convocados por el presidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros, ingeniero Guillermo Rodríguez, los miembros se reunieron para considerar un tema de especial trascendencia: el cambio de nombre de la organización.
Nuevo nombre propuesto y aprobado: Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos
Tras verificar el quórum y aprobar el acta de la sesión anterior, el arquitecto José B. Cárdenas tomó la palabra y presentó una moción de cambiar el nombre de «Sociedad Panameña de Ingenieros» por el de «Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos». La propuesta fue recibida con apertura y respaldo inmediato. No hubo objeciones ni necesidad de debate. Fue sometida a votación y aprobada por unanimidad.
Ese mismo día, en un gesto que confirmó la incorporación activa de los arquitectos al gremio, se entregaron credenciales a cuatro destacados profesionales: Octavio Méndez Guardia, Guillermo Andreve, Rosa Palacio y el propio José B. Cárdenas, quienes representarían a la Sociedad en el Congreso de Arquitectura de Lima, Perú.
La presencia de arquitectos como portavoces oficiales de la entidad sellaba el reconocimiento institucional de su rol profesional dentro del desarrollo del país.
1950 – El primer presidente con el nuevo nombre: Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.
Le correspondió al arquitecto José B. Cárdenas el honor de convertirse en el primer presidente con nuevo nombre Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.
Validez jurídica del cambio de nombre a Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos – Resolución Ministerio de Gobierno y Justicia.
Como consta en las escrituras, la Resolución Nº 570 de 24 de junio de 1950, expedida por el Ministerio de Gobierno y Justicia, fue el acto administrativo oficial mediante el cual se aprobaron formalmente las modificaciones de los estatutos y el cambio de nombre de
«Sociedad Panameña de Ingenieros» a «Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos».
Estas aprobaciones fueron refrendadas por José Manuel Faúndez, director de Justicia, Prensa y Radio del Ministerio de Gobierno y Justicia, encabezado por el ministro Alfredo Alemán. El presidente de la República el doctor Arnulfo Arias.
Ratificación y formalización ante Notario Público
El 29 de junio de 1950, ante el notario Público Tercero del Circuito de Panamá, Rogelio Avila, mediante la Escritura Pública Nº 1013 se ratificaron y formalizaron las actas de las reuniones celebradas el 16 de octubre de 1945, el 6 de octubre de 1947, el 6 de enero de 1950 y la resolución número 570 de 24 de junio de 1950 expedida por el Ministerio de Gobierno y Justicia.
No fue un simple cambio de nombre
Así nació la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA). No fue solo un cambio de nombre. Con esta nueva identidad, la SPIA expresó la unión de dos profesiones distintas pero complementarias, que al trabajar juntas fortalecen su impacto en el desarrollo del país. Integrar a los arquitectos en el nombre del gremio fue reconocer su creciente aporte a las nuevas demandas urbanas, sociales y técnicas.
Reflexión sobre el nuevo nombre
Desde aquel momento en que se unieron ingenieros y arquitectos bajo un mismo nombre, la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) ha estado presente en el camino de Panamá hacia el progreso.
No solo ha participado en grandes obras, sino que ha sido parte de cómo se han ido formando nuestras ciudades, nuestras instituciones y muchos de los lugares donde hoy vivimos y trabajamos.
1952 – Cuatro miembros de la SPIA en el Gabinete del presidente Remón
Resaltando la participación de miembros de la SPIA en el gobierno nacional, el diario La Estrella de Panamá del domingo, 19 de octubre de 1952, destaca que el viernes, 17 de octubre de
1952, la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) organizó un agasajo en el Club Unión que, más que un simple banquete, se convirtió en una afirmación del papel creciente de los profesionales técnicos en la vida pública de la nación.
La recepción tuvo lugar en los salones del Club Unión, donde se reunieron figuras del mundo político, gremial y periodístico para rendir homenaje a cuatro colegas de la SPIA que habían sido nombrados ministros en el nuevo gabinete del presidente José Antonio Remón Cantera: el ingeniero Víctor C. Urrutia, ministro de Educación; el arquitecto Inocencio Galindo, ministro de Obras Públicas; el ingeniero José Ramón Guizado, vicepresidente de la República y además, ministro de Relaciones Exteriores y el ingeniero Víctor N. Juliao, secretario general de la Presidencia. Ellos representaban el 50% de las carteras ministeriales en el gobierno.
El evento fue presidido por el ingeniero Horacio Ciare, entonces presidente de la SPIA, quien pronunció un discurso en el que destacó cómo la ingeniería y la arquitectura dotaban al ciudadano de las capacidades necesarias para asumir funciones directivas.
Discurso del arquitecto Inocencio Galindo, ministro de Obras Públicas Y expresidente de la SPIA en 1945
El arquitecto Inocencio Galindo, en nombre de los homenajeados, agradeció el gesto con palabras sinceras y firmes, subrayando que el nuevo gobierno se proponía fortalecer la eficiencia técnica y profesional del Estado. En una parte de su discurso contó que varios meses antes, el entonces presidente electo Remón, le solicitó formar parte de una comisión que le asesorara en la formulación de un plan de gobierno.
Así, en materia de obras públicas, se formó la Subcomisión de Fomento integrada por los ingenieros Víctor Urrutia, Alberto de St. Malo, Víctor Yanis, Roberto López Fábrega y Augusto Arosemena. Esta subcomisión recibió elogiosos comentarios de parte de todos los comisionados.
Un nuevo capítulo en la historia de la SPIA
Aquella noche de octubre de 1952, la SPIA no solo celebró a sus miembros; celebró también un nuevo capítulo en la historia de la República, uno en el que los ingenieros y arquitectos empezaban a ocupar un lugar central en la construcción institucional del país.
El agasajo no solo evidenciaba el espíritu de confraternidad entre colegas, sino también una realidad nueva: la incorporación de técnicos nacionales a los más altos niveles de la administración pública.
1955 – Primera piedra del nuevo edificio de la SPI~
En el diario La Hora, del miércoles, 12 de octubre de 1955, aparece publicado en la contraportada que la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos y la Asociación Médica Nacional iban a construir su propio edificio en la prolongación de la avenida Federico Boyd de esta ciudad, detrás de la Iglesia del Carmen. La primera piedra fue colocada en una ceremonia especial que se efectuó esa mañana.
Agrega la noticia que después de la ceremonia se sirvió un almuerzo en el Golf Club de Panamá, ofrecido por la Sociedad con el doble propósito de la colocación de la primera piedra del mencionado edificio y la entrega de los premios a los arquitectos del año de 1955.
La SPIA demostró con este paso su firmeza de propósitos, apostando por una presencia institucional sólida y duradera, en un punto neurálgico de la ciudad, como símbolo de su compromiso con la modernización y el progreso.
1959 – Ley 15 de 26 de enero de 1959 – Por la cual se regula el ejercicio de las profesiones de ingeniería y arquitectura.
El 26 de enero de 1959 se promulgó la Ley Nº 15, que reguló de forma integral las profesiones de ingeniería y arquitectura en Panamá. Esta norma instauró el certificado de idoneidad y el sello profesional, obligatorios para ejercer y solo otorgados a profesionales con títulos válidos y buena conducta. Asimismo, creó la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura, presidida por el presidente de la SPIA, encargada de expedir idoneidades, sancionar infracciones y asesorar al Ejecutivo.
La ley exigió la firma directa del profesional responsable en todo plano o documento técnico y dispuso que toda empresa dedicada a la ingeniería o arquitectura debía contar con personal idóneo debidamente registrado en el país. Además, estableció sanciones, desde amonestaciones hasta la cancelación del certificado, por negligencia o falta de ética.
En su conjunto, la Ley Nº 15 de 1959 representó un avance histórico en la institucionalización de la profesión, brindando un marco de legalidad y responsabilidad que fortaleció el rol del ingeniero y el arquitecto en la construcción del país moderno. Fue, además, una muestra concreta del reconocimiento estatal hacia la labor técnica y científica, y del peso creciente que la SPIA adquiría como interlocutor del desarrollo nacional.
El legado y el desafio de la SPIA
Desde aquella reforma estatutaria del 16 de octubre de 1945, que abrió las puertas a los arquitectos y reforzó el compromiso de la Sociedad con la excelencia técnica, la ética profesional y el servicio público, la SPIA ha evolucionado sin perder de vista sus fines fundacionales: proteger el ejercicio responsable de la ingeniería y la arquitectura, promover la formación continua y asesorar a las autoridades en el desarrollo de un país cada vez más complejo.
A lo largo de las décadas, ese espíritu de unidad y vocación de servicio se ha traducido en planes de urbanismo, normativas constructivas, iniciativas de sostenibilidad y defensa de la calidad de las obras. Hoy, al mirar hacia el futuro, la SPIA sigue siendo ese puente entre la tradición técnica y los desafíos modernos, convocando a cada generación de ingenieros y arquitectos a liderar con visión, innovación y compromiso social, tal como lo establecieron nuestros estatutos y lo refrendan cada día nuestras acciones en beneficio del desarrollo nacional.
LISTA DE PRESIDENTES DE LA SPIA
ASOCIACION DE INGENIEROS, ARQUITECTOS Y AGRIMENSORES
Fundación | 31 de diciembre de 1910 |
Primer Presidente | Ingeniero Ricardo Manuel Arango |
Personería Jurídica | 17 de noviembre de 1923 |
1912 | Ingeniero Florencio Harmodio Arosemena |
1913 | Ingeniero. Osvaldo Augusto Lenz |
SOCIEDAD PANAMEÑA DE INGENIEROS
Fundación | 15 de septiembre de 1919 |
Personería Jurídica | 17 de noviembre de 1923 |
Presidio la Iera. Sesión | Ingeniero Fabrizio de Alba |
Primer presidente (1919-1921) | Ingeniero Abel Bravo |
SOCIEDAD PANAMEÑA DE INGENIEROS
LISTA DE PRESIDENTES
• 1922 | Ing. Leopoldo Arosemena |
• 1923 | Ing. Leopoldo Arosemena |
• 1924 | Ing. Fabrizio de Alba |
• 1925 | Ing. Luis F. Clement |
• 1926 | Ing. Macrio Solís |
• 1927 | Ing. Eduardo Icaza |
• 1928 | Ing. Florencio H. Arosemena |
• 1929 | Ing. Luis F. Clement |
• 1930 | Ing. Luis F. Clement |
• 1931 | Ing. Eduardo Icaza A. |
• 1932 | Ing. Eduardo Icaza A. |
• 1933 | Ing. Francisco Morales |
• 1934 | Ing. Tomás Guardia |
• 1935 | Ing. Tomás Guardia |
• 1936 | Ing. Ernesto Jaén Guardia |
• 1937 | Ing. Leopoldo Arosemena |
• 1938 | Ing. Leopoldo Arosemena |
• 1939 | Ing. Leopoldo Arosemena |
• 1940 | Ing. Manuel F. Zárate |
• 1941 | Ing. Manuel F. Zárate |
• 1942 | Ing. Juan de A. Galindo |
• 1943 | Ing. Víctor N. Juliao |
• 1944 | Ing. Horacio Ciare Jr. |
• 1945 | Ing. Inocencio Galindo |
• 1946 | Ing. Roberto López P. |
• 1947 | Ing. Guillermo Rodríguez |
• 1948 | Ing. Agustín de la Guardia |
• 1949 | Ing. Guillermo Méndez Jr |
SOCIEDAD PANAMEÑA DE INGENIEROS Y ARQUITECTOS
LISTA DE PRESIDENTES
• 1950 | Arq. José B. Cárdenas |
• 1951 | Ing. Feo. Morales Jr. |
• 1952 | Ing. Víctor C. Urrutia |
• 1953 | Arq. Octavio Méndez G. |
• 1954 | Ing. Tomás Guardia Jr. |
• 1955 | Ing. Celso Carbonell |
• 1956 | Ing. Ricardo Méndez |
• 1957 | Ing. Ernesto Jaén Guardia |
• 1958 | Ing. Roberto López P. |
• 1959 | Ing. Guillermo E. Rodríguez |
• 1960 | Arq. Hugo Navarro |
• 1961 | Ing. Ovidio Díaz |
• 1962 | Ing. Ovidio Díaz |
• 1963 | Arq. Luis D. Crespo |
• 1964 | Ing. Erasmo Méndez |
• 1965 | Ing. Alejandro Santos |
• 1966 | Arq. Edwin Fábrega |
• 1967 | Ing. Juan B. McKay |
• 1968 | Ing. Alfredo Arias |
• 1969 | Arq. Rogelio Díaz J. |
• 1970 | Ing. César Saavedra |
• 1971 | Ing. Jorge Luis Quirós |
• 1972 | Arq. Rodrigo Mejía Andrión |
• 1973 | Ing. César saavedra |
• 1974 | Ing. César Saavedra |
• 1975 | Arq. Jorge Rodríguez Moreno |
• 1976 | Ing. Ramsés Cajas |
• 1977 | Ing. Nicolás Real |
• 1978 | Ing. Raúl Figueroa |
• 1979 | Ing. Ramón Argote |
• 1980 | Ing. Carlos Laguna |
• 1981 | Arq. José N. Burgos |
• 1982 | Ing. Roberto Cerrud |
• 1983 | Ing. Arnulfo Ho |
• 1984 | Arq. Lilia Margarita Pérez |
• 1985 | Ing. Rafael Pearson |
• 1986 | Ing. Beltrán Guerra |
• 1987 | Arq. Julio Mora S. |
• 1988 | Ing. Bolívar De Gracia B. |
• 1989 | Ing. César Saavedra |
• 1990 | Arq. Alberto W. Osario |
• 1991 | Ing. Pastora Franceschi |
• 1992 | Ing. Rogelio Delgado |
• 1993 | Arq. Valentín Monforte Arias |
• 1994 | Ing. Génito Maldonado |
• 1995 | Ing. Alberto Filós |
• 1996 | Arq. Alfonso Pinzón Lozano |
• 1997 | Ing. Marco A. Cheng |
• 1998 | Ing. Miguel A. Ulloa |
• 1999 | Arq. Manuel Choy G. |
• 2000 | Ing. Anselmo Hilton Ch. |
• 2001 | Ing. Ulises Lay Pérez |
• 2002 | Arq. José Batista |
• 2003 | Ing. Carlos Penna Franco |
• 2004 | Ing. Abdiel B. Cano G. |
• 2005 | Arq. Valentín Monforte Arias |
• 2006 | Ing. Rodrigo A. Chanis T. |
• 2007 | Arq. Martín Donderis |
• 2008 | Arq. Magda Bernard |
• 2009 | Ing. Ernesto De León |
• 2010 | Ing. Miriam Tejada de Solís |
• 2011 | Arq. Julio Rovi Fong |
• 2012 | Ing. Horacio Robles |
• 2013 | Ing. Rodrigo Sánchez |
• 2014 | Arq. Ricardo Robles |
• 2015 | Ing. Djurdjika Kuntich |
• 2016 | Ing. José Tuñón Mela |
• 2017 | Arq. María Lombardo Sánchez |
• 2018 | Ing. Gustavo A. Bernal G. |
• 2019 | Ing. Ángela Laguna Caicedo |
• 2020 | Arq. Marcos T. Murillo R. |
• 2021 | Ing. Rodrigo Chanis |
• 2022 | Ing. Rutilio Villarreal |
• 2023 | Arq. Jorge Perén |
• 2024 | Ing. Johan Caballero |
• 2025 | Ing. Ricardo Carrillo |